La economía central

Después del lunes negro, la economía argentina se relanza al mundo como un refugio de valor. La confianza externa y las señales internas impulsan el despertar de una economía moribunda.

El dolar se viste de león

Argentina: Un Faro de Esperanza en Medio del Caos Global

Después de un lunes negro que sacudió los mercados internacionales, la economía argentina sorprende al mundo con una resiliencia inesperada, relanzándose como un refugio de valor en tiempos de turbulencia. La confianza externa, acompañada de señales alentadoras en el ámbito interno, parece estar marcando el inicio de un nuevo ciclo económico en un país que ha estado al borde del colapso.

El dolar se viste de león y el peso se fortalece. El peso argentino, que ha sido objeto de innumerables predicciones de devaluación, ha demostrado una sorprendente fortaleza en medio de una semana de extrema volatilidad. Con una apreciación del 2%, el peso se fortaleció, impulsado por un entorno de blanqueo de capitales, el pago de Bienes Personales y nuevas inversiones anunciadas. Este fenómeno, que podría haberse interpretado como un episodio pasajero, parece estar aquí para quedarse. No estamos solos en esta tendencia. El real brasileño también jugó un papel clave, apreciándose un 3% durante la semana, lo que alivió las presiones sobre el tipo de cambio en Argentina. Este respiro externo brinda al gobierno una oportunidad única para avanzar hacia su objetivo de convergencia del MEP al oficial, sin tener que recurrir a medidas drásticas que podrían desestabilizar aún más la economía. Desde esta perspectiva, se proyecta que el peso podría continuar apreciándose frente al dólar hacia finales de año. Sin embargo, este camino no estará exento de volatilidad, especialmente en los próximos meses, que históricamente han sido difíciles para la acumulación de divisas. Aun así, el Banco Central logró comprar 86 millones de dólares esta semana, un dato alentador en un contexto donde cada dólar cuenta.

La semana también trajo consigo avances significativos en la recomposición de las cuentas públicas. El gobierno dio un pequeño pero importante paso hacia la eliminación del cepo cambiario, al eliminar la obligatoriedad de inscribirse en el Registro de Información Cambiaria de Exportadores e Importadores de Bienes. Esta medida, junto con el aumento en el monto diario para operaciones cambiarias sin preaviso de 10.000 a 100.000 dólares, marca una flexibilización que podría impulsar el comercio exterior y facilitar el acceso a divisas. Además, se oficializaron varias medidas a través del Boletín Oficial que apuntan a un Estado más pequeño y eficiente. Entre ellas, el cierre del INADI y la disolución del Ente Nacional de Control y Gestión de la Vía Navegable (ECOVINA), así como la eliminación de retenciones al sector lácteo y a la carne vacuna y porcina. Estas acciones, junto con la eliminación de la SUBE como único medio de pago en el transporte y la implementación de una licencia de conducir sin vencimiento, son indicativas de un enfoque más pragmático y menos burocrático en la administración pública. La frutilla del postre la encontramos en las nuevas reglamentaciones anti-ñoquis y anti-coimas, que buscan profesionalizar el acceso al empleo público y reducir la corrupción. Ahora, para ingresar a trabajar en el Estado será necesario aprobar un examen y cumplir con ciertos requisitos, mientras que los funcionarios no podrán "cajonear" expedientes. El gobierno parece estar cumpliendo su promesa de un Estado más pequeño y menos impuestos, una combinación que, si se mantiene, podría cambiar radicalmente el panorama económico del país.

El financiamiento sigue siendo un desafío crítico para Argentina, especialmente en un contexto donde los compromisos de deuda son abultados y el acceso a los mercados internacionales sigue siendo limitado. En este sentido, el gobierno ha iniciado tratativas con el Banco Santander para una operación de repo, un mecanismo que podría aportar 1.000 millones de dólares al país. Aunque el monto es pequeño, representa un primer paso hacia la reentrada en los mercados de deuda. La tasa de interés de esta operación sería SOFR +550 puntos básicos, lo que actualmente equivaldría a una tasa del 10,84%, con vencimiento en 2027. A pesar de ser un costo elevado, es una opción viable para un país que necesita estirar plazos y evitar sobresaltos en 2025, cuando vencen casi 24.000 millones de dólares en deuda pública en moneda extranjera.

Julio parece haber marcado un punto de inflexión para la actividad económica en Argentina. Diversos sectores muestran signos de recuperación, con la construcción y el sector inmobiliario a la cabeza. El índice Construya, aunque todavía en caída interanual (-16,5%), ha experimentado cuatro meses consecutivos de mejora, con un aumento del 35,1% desde su piso y un crecimiento mensual del 12,1% en julio. El despacho de cemento, un indicador clave para la construcción, también registró un aumento mensual del 7,4% en julio, tras un impresionante 25,9% en junio. Este repunte podría acelerarse si se reactivan los créditos hipotecarios, un factor que podría dinamizar fuertemente la industria en los próximos meses, siempre que se mantenga la estabilidad macroeconómica. El sector inmobiliario, ligado estrechamente a la construcción, ha comenzado a mostrar signos de vida después de años de contracción. En julio, el rubro marcó un aumento mensual del 36%, lo que sugiere un posible cambio de dinámica. Similarmente, el sector automotriz experimentó un repunte del 38,7%, probablemente impulsado por un dólar blue que comenzó a despertar en julio, después de meses de letargo.

Otros sectores, como la pesca y la minería, también están empezando a mostrar su potencial. La actividad pesquera, medida por el Índice de Producción Industrial Pesquero (IPI Pesquero), mostró un crecimiento interanual del 35,5%, con un aumento del 21,6% respecto al mes anterior en la serie desestacionalizada. Estos números reflejan un fuerte rebote en un sector que había estado rezagado. La minería, aunque ha mostrado un crecimiento moderado en lo que va del año (+8,2% en el primer semestre y +3,3% interanual en junio), promete ser uno de los motores de crecimiento más importantes a futuro. Salta, en particular, ha captado la atención con inversiones anunciadas por 9.000 millones de dólares, principalmente en litio, un recurso clave en la transición energética global. Entre los proyectos más destacados se encuentran los de First Quantum (4.000 millones de dólares en cobre), POSCO (2.000 millones de dólares en litio), y Ganfeng (1.000 millones de dólares en litio).

En un mundo sacudido por la volatilidad, Argentina ha mostrado una sorprendente capacidad de resistencia. El lunes negro fue un test de fuego que el país pasó con nota alta, manteniéndose firme en medio del caos global. El Merval tuvo su mejor semana en meses, el peso se apreció, el riesgo país disminuyó y los bonos subieron. Argentina parece estar empezando a encontrar su camino, en un contexto donde la fortaleza del peso y la baja del riesgo país son señales positivas de cara al futuro. Sin embargo, es importante mantener la cautela. La historia ha demostrado que las recuperaciones en Argentina pueden ser efímeras y que los desafíos económicos son persistentes. A pesar de las señales alentadoras, el camino hacia una recuperación sostenible requiere no solo de medidas económicas acertadas, sino también de una estabilidad política que permita implementar las reformas necesarias. Por ahora, la respuesta de los activos argentinos al pánico global ha sido excelente, y la percepción de Argentina como un refugio de valor, aunque inesperada, comienza a ganar tracción. Con una economía que parece estar despertando, el desafío será mantener este impulso y consolidar los avances logrados. Si se logra, podríamos estar presenciando el inicio de una nueva era para la economía argentina, una que esté marcada por la estabilidad, el crecimiento y la integración con los mercados globales.